Siria ha estado en los titulares
las últimas semanas, y en mi mente no podía dejar de asociarla con Hizbolá. Hoy,
tras los atentados en Beirut de ayer, lo veo todo más claro, por ello he decidió
hacer este sencillo “backgrownd” de Hizbolá. (Continuar leyendo)
Lo más inquietante de esta
asociación es la buena imagen que tiene en su país (El Líbano). Hizbolá es “bien
vista” entre cristianos chiitas y sunitas.
Las relaciones
internacionales de Hizbolá siempre han sido bastante claras. Es aliada de Siria
y de Irán y adversaria de Israel. Explicaré la relación con las tres potencias.
En 1943, Líbano era un país recién
independizado de Francia, poblado mayoritariamente por chiitas, sunitas y
cristianos. Vivía sumergido en una inestabilidad política y social puesto que
ninguno de estos grupos conseguía obtener la mayoría suficiente para hacer de
su país uno gobernable. La decisión que se tomó entonces fue tan arbitraria
como cualquier otra que se pudiera tomar; se estableció que el presidente de gobierno siempre sería
cristiano; el primer ministro sunita; y el presidente del Parlamento chiita.
Con el paso de los años la distribución
demográfica varió; muchos cristianos migraron y los chiitas crecieron en
número. El acuerdo del 43 ya no satisfacía al nuevo Líbano.
El contexto internacional
llegó a acrecentar aún más el problema libanés. A finales de los 70, en Irán
crecía un líder religioso y chiita, Jomeini, quien apoyará y financiará la
creación de un grupo paramilitar chiita en el Líbano, hizbolá. A su vez, Israel
ocupó parte del sur del Líbano, un territorio que estaba en disputa con Siria.
En 2006 Hizbolá logra expulsar
a Israel de El Líbano. A pesar de que Hizbolá no surge con el principal
objetivo de atacar a Israel, fue esta causa la que le legitimizó en la sociedad
libanesa. Tras la expulsión de Israel, Hizbolá financió parte la reconstrucción
de los territorios afectados, y no hizo diferencia en si los beneficiados eran
sunitas, chiita o cristianos. Esto hace que termine de alcanzar el favor de la
opinión pública. Es en este momento cuando Hizbolá da su salto al poder
político. Pide que una tercera parte de los ministros pertenezcan a Hizbolá.
Así harán factible el poder legislativo que les correspondía desde los acuerdos
del 43, puesto que con sólo contado con el presidente del parlamento chiita no
tenían ninguna ventaja a la hora de votar las leyes.
No es un secreto para nadie que Hizbolá tenía
estrecha relación con el antiguo presidente sirio, Hafez al-Asad, y
con su hijo y sucesor, Bashar al-Asad,
amistad que han reafirmado durante los últimos conflictos sirios. Hace unas
semanas el líder de Hizbolá, Hassan Nasralá, insistió en que no retirará a sus
combatientes de territorio sirio.
El día de ayer, Hizbolá
recibió una trágica amenaza. Cinco personas murieron durante un atentado en
Beirut. La acción ha sido reivindicada por las Brigadas de Abdulá Azzam, grupo
libanés vinculado a Al Qaeda. A través de su cuenta de Twitter amenazaron: "Seguiremos
apuntando a Irán y a su partido en Líbano (Hizbolá) hasta que (...) retiren sus
fuerzas de Siria".
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